jueves, 22 de agosto de 2013

Imperio Xi Xia


El imperio Xi Xia, Xia occidental,  o imperio Tangut fue un imperio situado en lo que hoy es el norte de la República Popular China, teniendo como centro la cuenca del Ordos, y  que existió desde el  1038 hasta el año 1227, y fue contemporáneo a otros dos grandes imperios, el Kitán, situado en el noreste de China, que fue destruido en 1125 por el pueblo de los yurchen, y el imperio Chino de la dinastía Song meridional, que ocupaba parte del centro y el sudeste de la actual China.

Como hemos dicho, el imperio Xi Xia se funda en 1038 el gobernante de los tangutos, Li Yuanhao, se independiza de manera formal del imperio Song, aunque ya antes los tangutos disfrutaban de una independencia de facto. En 1043 se firma un tratado entre ambas potencias, que lleva a un mutuo reconocimiento, el emperador tangut recibió el tratamiento de hijo por parte del emperador Song y se estableció también el pago de tributos por parte de este. En estos años los kitanes entraron en guerra contra los tangutos, pero el reino logró sobrevivir. Durante los años siguientes, Xi Xia mantuvo activas relaciones diplomáticas tanto con el imperio Song como con el Imperio Kitán (y tras la caída de este con el nuevo reino Jin de los yurches). Sin embargo el equilibrio se rompería cuando apareciera un nuevo actor en la zona, los mongoles, que, bajo el mando de Genghis Khan, atacaron Xi Xia y Jin. Xi Xia se convirtió así en un reino vasallo de los mongoles hasta 1224, cuando se alía con los yurchen contra los nuevos invasores. La guerra que siguió fue fatal para Xi Xia, que desapareció como reino en 1227. 


En cuanto a la sociedad, los tangutanos eran seminómadas. El comercio fue fundamental para ellos pues por su territorio pasaban las rutas comerciales hacia el centro de Asia, rutas que se conocen con el nombre genérico de Ruta de la Seda, Su religión principal era la budista y estaban muy influenciados culturalmente por el Tibet y China. Su lengua era el tangut, e idearon una compleja forma de escritura que sólo ha podido ser descifrada en parte.



Bibliografía:

- DOVAL, Gregorio. Breve historia de China milenaria. Madrid, 2011. 

- FRANKE, Herbert, TRAUZETTEL, Rolf. El imperio chino. Historia Universal siglo XXI, volumen 19. Madrid, 1973.

- MOTE, Frederick W. Imperial China, 900 - 1800. 1999.


(fotografía tomada de http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/ba/Song-Liao-Xixia-1111.png)

miércoles, 7 de agosto de 2013

Thomas Becket

Asesinato de Thomas Becket en una miniatura medieval

Son sobradamente conocidas las luchas y los conflictos que se dieron entre la Iglesia y el estado (con todos los matices que se quieran hacer sobre el uso de ese término en ese momento histórico) durante la Edad Media europea. El ejemplo más significativo es, quizá, el de las rencillas y conflictos entre el papado y el imperio, con episodios sonados como la querella de las investiduras. Pero en esta ocasión vamos a hablar de un caso, también muy conocido, que en su momento conmocionó a Europa. Nos estamos refiriendo al conflicto entre el rey de Inglaterra Enrique II (1133 - 1189)  y al arzobispo de Canterbury, Thomas Becket, conflicto que acabó con el asesinato de este último. 

Enrique II subió al trono en el año 1154. A pesar de su juventud, Enrique, desde el principio, fue un rey enérgico que luchó por restaurar la autoridad real en un país que había sufrido conflictos y desórdenes durante el reinado de su antecesor Esteban, y en el que la nobleza había conseguido mucho poder. En este contexto Enrique puso en marcha una serie de medidas para restaurar el poder real; destruyó castillos nobiliares, extendió los tribunales reales...(además, por su matrimonio con Leonor de Aquitania consiguió importantes feudos en Francia, extendiendo ampliamente los dominios territoriales de la monarquía).  En su labor contó con la ayuda de un joven, hijo de comerciantes,  muy capaz, Thomas Becket. Enrique lo nombró canciller del reino y en 1162 lo promovió al arzobispado de Canterbury.  Si embargo, desde su nueva posición Thomas  se convertiría en un ardiente defensor de los privilegios eclesiásticos frente al poder real. Enrique buscaba la sumisión de la iglesia ante la monarquía, y tomó medidas contra las prorrogativas y privilegios del clero. Por ejemplo, quería hacer que el clero estuviera sujeto a la jurisdicción real, algo sancionado en las Constituciones de Clarendon (1164). Eso supuso la ruptura definitiva de Enrique con Becket, que huyó a Francia, donde continuó mostrando una activa oposición al monarca. La reconciliación de ambos hombres tuvo lugar en 1170, gracias a la mediación del papa Alejandro III. Gracias a ello Thomas volvió a Inglaterra. Sin embargo esta reconciliación no duró. Ese mismo año tuvo lugar la coronación de Enrique, heredero de la corona, ceremonia que Enrique encargó al obispo de York. Esto fue una gran ofensa para Becket, que excomulgó al monarca. El 29 de diciembre Becket es asesinado por cuatro caballeros adictos al monarca (después de que este, supuestamente, hubiera gritado en su presencia ¿Es que nadie es capaz de librarme de este clérigo inoportuno?).

El asesinato de Thomas Becket levantó una gran conmoción en Europa. El arzobispo asesinado fue nombrado mártir de la fe por la Iglesia y su canonización se puso en marcha. Enrique II se lamentó y condenó públicamente el asesinato, y visitó como penitente la tumba de su antiguo colaborador. Por otra parte, abolió las Constituciones de Clarendon, fuente de la polémica, aunque posteriormente consiguió reforzar el poder real frente a la Iglesia. 

Bibliografía:
- LOYN, H.R (ed). Diccionario Akal de historia medieval. Madrid, 1998.
- VV.AA. Historia Universal SALVAT. Tomo 11: Baja Edad Media y Renacimiento. Barcelona, 2004.

(imágenes extraídas de http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/43/Thomas_Becket_Murder.JPG y http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/fa/King_Henry_II_from_NPG.jpg)