domingo, 7 de junio de 2015

La hidalguía universal en Vizcaya y Guipúzcoa

Se denomina hidalguía universal a la concesión de la hidalguía (así como de los derechos que esta lleva aparejada) a todos los habitantes de un determinado territorio. Esto lo vemos en algunas regiones del norte, con población estable e inmigración mínima. Ese es el caso, por ejemplo, de los territorios forales de Guipúzcoa y Vizcaya, siendo este el caso del que nos ocuparemos. 1

Los diversos factores que motivarían este reconocimiento serían, por un lado, la pobreza de la tierra, lo que lleva a una exención de impuestos, una igualdad social mayor que en otros lugares debido a la inexistencia de linajes poderosos; y la idea de la pureza de sangre de sus habitantes, debido a que en esas tierras no se habrían instalados judíos ni moros. Esa fue la base del tubalismo, la creencia que consideraba a los vizcaínos, y a los vascos en general, como descendientes directos de Túbal, nieto de Noé, que se habría asentado en el territorio después del Diluvio. Se consideraba que la nobleza de los vizcaínos no había sido otorgada por los godos ni ningún monarca extranjero, si no que era anterior, y por tanto no debía ser regulada por los reyes de Castilla.2

Del tubalismo derivó posteriormente otros discursos que buscaban esa justificación. De esta manera tenemos el vascoiberismo, la idea de que el vasco era la lengua originaria de los antiguos íberos y que había sido traída por Túbal. O la idea del monoteísmo primitivo, es decir, nunca tuvo lugar en Vizcaya la práctica del paganismo y del politeísmo, pues desde siempre se oró a un solo Dios, hasta la rápida llegada del cristianismo a la región. 3

Es importante reseñar el hecho de que la hidalguía universal no se originó de un privilegio real ni una sanción de la Corona, sino que es una idea anterior que medra en el imaginario colectivo y que acaba siendo sancionada por el rey. 4

Hay que tener en cuenta, también, el proceso de formación de ambos territorios históricos y que afectó de forma determinante a definir sus rasgos propios diferenciadores plasmados en la elaboración de unos fueros. Durante la Edad Media a una oscilación de estas regiones entre la influencia navarra y la castellana, hasta que finalmente a finales del siglo XII quedaron definitivamente vinculados a Castilla. En el caso del Señorío de Vizcaya vemos que hacia 1370 el infante Juan de Castilla lo hereda por parte materna, quedando así el título de señor de Vizcaya vinculado a la figura de los reyes castellanos. Guipúzcoa también pasaría a integrarse definitivamente en Castilla hacia el 1200. Vemos además en estos territorios la importancia que tienen en su seno la inestabilidad causada por las luchas de bandos en la Baja Edad Media.

La hidalguía de los vizcaínos apareció en el fuero de 1526, y fue reconocida por los monarcas a través de la provisión real del 30 de enero de 1590. Además se establecía que los vizcaínos eran hidalgos, allí donde estuvieran, solo teniendo que probar esa condición. Por lo tanto, la condición de hidalguía no va a quedar delimitada a la jurisdicción vizcaína, sino también fuera de ella.5 Eso es muy importante porque en estos siglos asistimos a una fuerte emigración por parte de los vizcaínos, sobre todo a Castilla. De esta manera, asistimos en ese territorio a una reacción motivada por los privilegios vizcaínos, que suscitarán rechazo por parte de los castellanos, influyendo, por tanto, en su visión que estos tenían de los vizcaínos, lo que podemos ver de forma significativa en la literatura como trataremos luego. A los vizcaínos, por tanto, se le atribuye, un orgullo, un hidalguismo exacerbado, y frente a esta actitud se levanta una sociedad que no acepta esas pretensiones. 6

En Guipúzcoa vemos un proceso semejante. Es en la Sentencia del 3 de febrero de 1608 cuando se sanciona el reconocimiento de la hidalguía universal de los guipuzcoanos. En la Nueva Recopilación de 1696 se declara que la nobleza guipuzcoana es general, y uniforme en todos los descendientes de sus solares, respecto de no aver sido concedida por algunos de los reyes de España. 7

Esto contrasta con las severas restricciones establecidas contra la inmigración en ambas provincia. Eso se ve reflejado en sus fueros, por ejemplo, los de Vizcaya ya que establecían que los conversos de judíos ni moros y sus descendientes no podían instalarse en ese territorio. Era necesario para habitar allí probar la limpieza de sangre, o si no, abandonarlo. 8

En este sentido, los documentos podemos ver la preocupación de las autoridades por el fenómeno migratorio protagonizado en gran medida por conversos. Por ejemplo, ya en 1511 en una Real Provisión de la reina Juana se decía que algunas personas de las nuebamente conbertidas...por temor que tienen de la Yquisición e por ser essentos e dezir ser hidalgos, se han pasado, e pasan destos mis Reynos e señoríos de Castilla a bivir e morar en algunas çiudades, e villas, e lugares de la dicha Provinçia de Guipúzcoa. Carlos I también tomará varias disposiciones en esta dirección, prohibiendo la instalación en la provincia de gentes con ascendencia judía o mora, prohibiendo la instalación a los que no fuesen hidalgos y a los cristianos nuevos y por último la expulsión de estos (los que aún moraban) de la provincia. 9 Pero el problema persiste. Como ejemplo vemos lo que se decía en la Junta General de Guipúzcoa reunida en Guetaria en 1571: a esta provincia acuden, así esclavos de los que se alzaron en el Reino de Granada, muchos moros, judíos y agotes10 que podrían oscurecer mucha parte de la nobleza de esta provincia. 11

Conviene detenerse un momento en la situación demográfica de estos territorios para ver que es un fenómeno importante a la hora de explicar la institución de la hidalguía universal. En el caso de Vizcaya hacia el año 1500 tendríamos una población alrededor de los 60.000 y 65.000 habitantes. Dos siglos después su población llegaría a los 74.000 habitantes. En el siglo XVIII vemos un crecimiento demográfico mucho mayor, llegando a los 105.000 habitantes en 1768 (fecha del primer censo por habitantes). En el caso de Guipúzcoa es muy semejante, con alrededor de 70.000 habitantes hacia finales del siglo XVI, 82.000 un siglo después y alrededor de 109.000 en 1768. 12 No es nuestra intención realizar un estudio sobre la evolución demográfica de Vizcaya y Guipúzcoa en la Edad Moderna, pero ayuda a la comprensión de una sociedad caracterizada por una importante presión demográfica en la cual la emigración tenía un importante componente de válvula de escape,13 donde la idea de hidalguía universal se erige como un elemento definitorio de la idiosincrasia de esta sociedad. El estudio de las fuentes demográficas , sin embargo, también puede ser útil al tratar esta cuestión desde otros puntos de vista, como el verdadero impacto que tuvieron todas las disposiciones anteriores. En este sentido vemos en los censos de finales del siglo XVIII nos damos cuenta de que menos de la mitad de la población era catalogada como hidalga (en 1787, por ejemplo, en Vizcaya la población hidalga sólo llegaba al 47%, y en Guipúzcoa al 42%). Por tanto, esto es una muestra de las dificultades que tenemos para conocer realmente el alcance de las disposiciones legales anteriores. 14

Como vemos, el privilegio de la hidalguía universal no estuvo exento de crítica. Un buen ejemplo lo vemos cuando Juan García de Saavedra, fiscal de la Real Chancilleria de Valladolid, escribió un libro en 1591 titulado De hispanorum nobilitate exemptione sive ad pragmaticam Cordubensem..." donde realizaba unas consideraciones que entraban en conflicto con la idea de hidalguía universal. Ante su publicación, la Junta de Vizcaya va a presentar alegaciones al rey Felipe II, que va a acabar por censurar la obra. La Junta además va a contraatacar encargando a un canónigo, Juan Gutierrez, la elaboración de una obra defendiendo la hidalguía de los vizcaínos (Practicarum quaestionum supra prima parte legum novae collectiones Regiae Hispaniae15) Esto nos muestra que la hidalguía universal era algo reconocido por la ley y un privilegio que fue defendido fuertemente por los vizcaínos. 16

Un aspecto fundamental a tener en cuenta es el hecho de que al ser la hidalguía universal un privilegio que se extendía a todos los vizcaínos de manera obligada se debía hacer compatible esta nobleza con la dedicación al comercio y al trabajo manual. Por tanto, se extendió la idea de que la dedicación a esas actividades lo que provocaría sería la pérdida de la nobleza adquirida, mas no la obtenida a través de la sangre. 17

El papel del vizcaíno en la literatura:

La figura del vizcaíno se convirtió en uno de los personajes-tipo más manidos del teatro español del siglo XVI. Hay que tener en cuenta que el término vizcaíno no solo haría referencia a los habitantes del Señorío de Vizcaya, sino que se empleaba para designar a todos los vascos en general. Su rasgo principal sería, lo que le conferiría su carácter cómico, la falta de dominio de la lengua castellana, hablando con múltiples incorrecciones; hay que tener en cuenta que en ese momento en el País Vasco la población sería en gran medida monolingüe en euskera, a pesar de que el castellano también tendría presencia sobre todo entre las clases altas de la población, además de emplearse en los documentos. Sin duda, en la imagen que tendrían los castellanos del vizcaíno también influiría, de forma determinante, la condición de la hidalgos de estos, lo que provocaría un choque importante, además de una crítica a sus privilegios, como ya hemos visto anteriormente.

Sin embargo hay que señalar que el proceso de formación de estos tipos recurrentes en la literatura se caracteriza por la creación de una imagen determinada basada en una realidad pero que se aleja también de ella. Por lo tanto no se debe pensar que el habla reflejada en los textos literarios y atribuída al vizcaíno tenga que ser necesariamente real, sino que hay que tener en cuenta que en el proceso de creación literaria influyen diversos factores, como la tradición anterior o los propios prejuicios del autor. 18

En este sentido podríamos decir que la forma de hablar de los vizcaínos tal y como lo vemos en la literatura correspondería a un estereotipo, definido ya en el siglo XVI y en el que no se refleja ningún cambio ni ninguna diferenciación en su uso en autores del siglo siguiente, y que basa sobre todo en la mera deformación morfosintáctica de la lengua. 19

La primera aparición del vizcaíno en la literatura castellana, que casi siempre recibirá el nombre de Perucho, es en la comedia Tinelaria escrita por Bartolomé Torres Naharro en 1517. También aparece en la Tercera parte de la tragicomedia Celestina  de Gaspar Gómez, escrita en 1536, así como en la Comedia Rosabella  de Martín de Santander, escrita en 1550. El mismo Cervantes empleó esa figura en uno de sus entremeses, el vizcaíno fingido y también en El Quijote.20 En su obra los personajes-tipo del entremés aparecen bien definidos, y entre ellos, al vizcaíno. 21


Veamos algunos ejemplos del papel del vizcaíno en la literatura. A continuación se reproduce un fragmento de el vizcaíno fingido.22

- Quiñones: Vizcaíno, manos bésame vuesa merced, que mándeme.
-Solórzano: Dice el señor vizcaíno que besa las manos de vuesa merced y que le mande.
- Brígida: ¡Ay, qué linda lengua! Yo no la entiendo a lo menos, pero paréceme muy linda.
- Cristina: Yo beso las del mi señor vizcaíno, y más adelante.
- Vizcaíno: Pareces buena, hermosa; también noche esta cenamos; cadena que das, duermas nunca, basta que doyla.
-Solórzano: Dice mi compañero que vuesa merced le parece buena y hermosa; que se apareje la cena; que él da la cadena, aunque no duerma acá, que basta que una vez la haya dado.

Queda en evidencia, por tanto, los rasgos propios del vizcaíno que hemos mencionado antes. El vizcaíno no sabe hablar correctamente el castellano; tiene que ser Solórzano el encargado de traducir lo que dice.

Otro ejemplo es en Tinelaria, que como ya hemos dicho es la primera obra donde aparece la figura del vizcaíno plenamente conformada. A continuación reproducimos algunos de los versos atribuídos a este personaje:23

    Digo hao,
    yo criado estás en nao,
    vizcaíno eres por cierto;
    mas juro a Dios que Bilbao
    la tiene mucho buen puerto

o bien:

    Pues, callar
    yo no quieres porfiar
    mas si alguno guerra viene,
    vizcaínos por la mar
    juro a Dios, diablo tiene



Por lo tanto aquí tenemos un buen ejemplo de las características que se le atribuían al habla del vizcaíno, en la que el elemento discordante más destacado es la confusión entre la primera y segunda persona del plural (ej: yo no quieres porfiar en vez de tú no quieres porfiar). Esto es uno de los elementos más característicos del habla del vizcaíno. 24 También hay que tener en cuenta el contexto de la obra, en el que un montón de personajes de diversa procedencia (portugueses, italianos...).

El habla del vizcaíno incluirá características añadidas en otras obras. Por ejemplo, en la obra de Gaspar Gómez, donde vemos a un vizcaíno que en su habla intercalará palabras y frases en euskera, e incluso recita un pequeño poema en dicha lengua. 25



Bibliografía:

  • ÁLVAREZ LLANO, Roberto. Historia Económica Del País Vasco-navarro. Biblioteca Arellano Isisquiza. Bilbao, 2008
  • ARCE DE VÁZQUEZ, Margot. Literatura española y literatura hispanoamericana. Universidad de Puerto Rico.
  • CASTILLO MARTINEZ, Cristina; RAMIREZ LUENGO, José L. La caracterización lingüística de los vascos en la literatura: habla vizcaína frente a habla aldeana. Extraído de http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/literatura/23/23035044.pdf (consultado el 3/1/2012)
  • DOMINGUEZ ORTÍZ, Antonio. Las clases privilegiadas en el Antiguo Régimen. Madrid, 1977.
  • ECHAGÜE BURGOS, Jorge. De los vizcaínos a los arlotes. Extraído de http://www.cuadernoscervantes.com/art_43_vizcainos.html (consultado el 1/12/2012).
  • MENÉNDEZ PIDAL, Faustino. La nobleza en España:ideas, estructuras,historia. Madrid, 2008.
  • RIVERA BLANCO, Antonio. Historia de Álava. Nerea. San Sebastián, 2003.
  • STALLAERT Christiane. Etnogénesis y Etnicidad en España: Una Aproximación Histórico-Antropológica Al Casticismo Proyecto A ediciones. Lovaina, 1996.
Notas

1En Álava, por el contrario, no existió la hidalguía universal , excepto en algunos valles del norte. Aunque sí asistimos a un proceso de reivindicación de la idea de hidalguía con similitudes con lo que ocurre en Gupúzcoa y Vizcaya. Ver RIVERA BLANCO, Antonio. Historia de Álava. Nerea. San Sebastián, 2003. Pág 253.
2MENÉNDEZ PIDAL, Faustino. La nobleza en España:ideas, estructuras,historia. Madrid, 2008.Pág 304 – 307.
3ÁLVAREZ LLANO, Roberto. Historia Económica Del País Vasco-navarro. Biblioteca Arellano Isisquiza. Bilbao, 2008. Pág 121.
4MENÉNDEZ PIDAL, Faustino. La nobleza...Op. Cit. Pág 307.
5Ibid. Pág 310.
6Ibid. Pág 309.
7ÁLVAREZ LLANO, Roberto. Historia Económica ...Op.Cit. Pág 114.
8STALLAERT Christiane. Etnogénesis y Etnicidad en España: Una Aproximación Histórico-Antropológica Al Casticismo Proyecto A ediciones. Lovaina, 1996. Pág 72.
9MENÉNDEZ PIDAL, Faustino. La nobleza...Op.Cit. Pág 308.
10 Se denominaban agotes a grupos humanos contra los que se ejercía una marginación socioeconómica en las regiones del oeste del Pirineo. No presentaban ningún rasgo específico en relación con el resto de las poblaciones que habitaban esa zona; hay diversas teorías sobre su origen. Extraído de http://www.euskomedia.org/aunamendi/10045 (consultado el 31/12/2012)
11ÁLVAREZ LLANO, Roberto. Historia Económica ...Op.Cit. Pág 114.

12Ibid. Pág 112.
13Ibid. Pág 114.
14MENÉNDEZ PIDAL, Faustino. La nobleza...Op.Cit. Pág 310.
15Ibid. Pág 311.
16Ibid. Pág 311.
17DOMINGUEZ ORTÍZ, Antonio. Las clases privilegiadas en el Antiguo Régimen. Madrid, 1977. Pág 171.
18CASTILLO MARTINEZ, Cristina; RAMIREZ LUENGO, José L. La caracterización lingüística de
los vascos en la literatura: habla vizcaína frente a habla aldeana. Pág 36. Extraído de http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/literatura/23/23035044.pdf (consultado el 3/1/2012)
19Ibid. Pág 41.
20 ECHAGÜE BURGOS, Jorge. De los vizcaínos a los arlotes. Extraído de http://www.cuadernoscervantes.com/art_43_vizcainos.html (consultado el 1/12/2012).
21ARCE DE VÁZQUEZ, Margot. Literatura española y literatura hispanoamericana. Universidad de Puerto Rico. 2001. Pág 463.

24 ECHAGÜE BURGOS, Jorge. De los vizcaínos...Op.Cit.

25Ibid.