Se
denomina hidalguía universal a
la concesión de la hidalguía (así como de los derechos que esta
lleva aparejada) a todos los habitantes de un determinado
territorio. Esto lo vemos en algunas regiones del norte, con
población estable e inmigración mínima. Ese es el caso, por
ejemplo, de los territorios forales de Guipúzcoa y Vizcaya, siendo
este el caso del que nos ocuparemos. 1
Los
diversos factores que motivarían este reconocimiento serían, por un
lado, la pobreza de la tierra, lo que lleva a una exención de
impuestos, una igualdad social mayor que en otros lugares debido a la
inexistencia de linajes poderosos; y la idea de la pureza de sangre
de sus habitantes, debido a que en esas tierras no se habrían
instalados judíos ni moros. Esa fue la base del tubalismo, la
creencia que consideraba a los vizcaínos, y a los vascos en general,
como descendientes directos de Túbal, nieto de Noé, que se habría
asentado en el territorio después del Diluvio. Se consideraba que la
nobleza de los vizcaínos no había sido otorgada por los godos
ni ningún monarca extranjero,
si no que era anterior, y por tanto no debía ser regulada por los
reyes de Castilla.2
Del
tubalismo derivó
posteriormente otros discursos que buscaban esa justificación. De
esta manera tenemos el vascoiberismo, la
idea de que el vasco era la lengua originaria de los antiguos íberos
y que había sido traída por Túbal. O la idea del monoteísmo
primitivo, es decir, nunca tuvo
lugar en Vizcaya la práctica del paganismo y del politeísmo, pues
desde siempre se oró a un solo Dios, hasta la rápida llegada del
cristianismo a la región. 3
Es
importante reseñar el hecho de que la hidalguía universal no se
originó de un privilegio real ni una sanción de la Corona, sino que
es una idea anterior que medra en el imaginario colectivo y que acaba
siendo sancionada por el rey. 4
Hay que tener en cuenta, también, el proceso de formación de ambos
territorios históricos y que afectó de forma determinante a definir
sus rasgos propios diferenciadores plasmados en la elaboración de
unos fueros. Durante la Edad Media a una oscilación de estas
regiones entre la influencia navarra y la castellana, hasta que
finalmente a finales del siglo XII quedaron definitivamente
vinculados a Castilla. En el caso del Señorío de Vizcaya vemos que
hacia 1370 el infante Juan de Castilla lo hereda por parte materna,
quedando así el título de señor de Vizcaya vinculado a la figura
de los reyes castellanos. Guipúzcoa también pasaría a integrarse
definitivamente en Castilla hacia el 1200. Vemos además en estos
territorios la importancia que tienen en su seno la inestabilidad
causada por las luchas de bandos en la Baja Edad Media.
La
hidalguía de los vizcaínos apareció en el fuero de 1526, y fue
reconocida por los monarcas a través de la provisión real del 30 de
enero de 1590. Además se establecía que los vizcaínos eran
hidalgos, allí donde estuvieran, solo
teniendo que probar esa condición. Por lo tanto, la condición de
hidalguía no va a quedar delimitada a la jurisdicción vizcaína,
sino también fuera de ella.5
Eso es muy importante porque en estos siglos asistimos a una fuerte
emigración por parte de los vizcaínos, sobre todo a Castilla. De
esta manera, asistimos en ese territorio a una reacción motivada por
los privilegios vizcaínos, que suscitarán rechazo por parte de los
castellanos, influyendo, por tanto, en su visión que estos tenían
de los vizcaínos, lo que podemos ver de forma significativa en la
literatura como trataremos luego. A los vizcaínos, por tanto, se le
atribuye, un orgullo, un hidalguismo exacerbado,
y frente a esta actitud se levanta una sociedad que no acepta esas
pretensiones. 6
En
Guipúzcoa vemos un proceso semejante. Es en la Sentencia del 3 de
febrero de 1608 cuando se sanciona el reconocimiento de la hidalguía
universal de los guipuzcoanos. En la Nueva Recopilación de 1696 se
declara que la nobleza guipuzcoana es general, y uniforme
en todos los descendientes de sus solares, respecto de no aver sido
concedida por algunos de los reyes de España. 7
Esto
contrasta con las severas restricciones establecidas contra la
inmigración en ambas provincia. Eso se ve reflejado en sus fueros,
por ejemplo, los de Vizcaya ya que establecían que los conversos
de judíos ni moros y sus
descendientes no podían instalarse en ese territorio. Era necesario
para habitar allí probar la limpieza de sangre, o si no,
abandonarlo. 8
En
este sentido, los documentos podemos ver la preocupación de las
autoridades por el fenómeno migratorio protagonizado en gran medida
por conversos. Por ejemplo, ya en 1511 en una Real Provisión de la
reina Juana se decía que algunas personas de las
nuebamente conbertidas...por temor que tienen de la Yquisición e por
ser essentos e dezir ser hidalgos, se han pasado, e pasan destos mis
Reynos e señoríos de Castilla a bivir e morar en algunas çiudades,
e villas, e lugares de la dicha Provinçia de Guipúzcoa.
Carlos I también tomará varias disposiciones en esta dirección,
prohibiendo la instalación en la provincia de gentes con ascendencia
judía o mora, prohibiendo la instalación a los que no fuesen
hidalgos y a los cristianos nuevos y por último la expulsión de
estos (los que aún moraban) de la provincia. 9
Pero el problema persiste. Como ejemplo vemos lo que se decía en la
Junta General de Guipúzcoa reunida en Guetaria en 1571: a
esta provincia acuden, así esclavos de los que se alzaron en el
Reino de Granada, muchos moros, judíos y agotes10
que podrían oscurecer mucha parte de la nobleza de esta provincia. 11
Conviene detenerse un momento en la situación demográfica de estos
territorios para ver que es un fenómeno importante a la hora de
explicar la institución de la hidalguía universal. En el caso de
Vizcaya hacia el año 1500 tendríamos una población alrededor de
los 60.000 y 65.000 habitantes. Dos siglos después su población
llegaría a los 74.000 habitantes. En el siglo XVIII vemos un
crecimiento demográfico mucho mayor, llegando a los 105.000
habitantes en 1768 (fecha del primer censo por habitantes). En el
caso de Guipúzcoa es muy semejante, con alrededor de 70.000
habitantes hacia finales del siglo XVI, 82.000 un siglo después y
alrededor de 109.000 en 1768. 12
No es nuestra intención realizar un estudio sobre la evolución
demográfica de Vizcaya y Guipúzcoa en la Edad Moderna, pero ayuda a
la comprensión de una sociedad caracterizada por una importante
presión demográfica en la cual la emigración tenía un importante
componente de válvula de escape,13
donde la idea de hidalguía universal se erige como un elemento
definitorio de la idiosincrasia de esta sociedad. El estudio de las
fuentes demográficas , sin embargo, también puede ser útil al
tratar esta cuestión desde otros puntos de vista, como el verdadero
impacto que tuvieron todas las disposiciones anteriores. En este
sentido vemos en los censos de finales del siglo XVIII nos damos
cuenta de que menos de la mitad de la población era catalogada como
hidalga (en 1787, por ejemplo, en Vizcaya la población hidalga sólo
llegaba al 47%, y en Guipúzcoa al 42%). Por tanto, esto es una
muestra de las dificultades que tenemos para conocer realmente el
alcance de las disposiciones legales anteriores. 14
Como
vemos, el privilegio de la hidalguía universal no estuvo exento de
crítica. Un buen ejemplo lo vemos cuando Juan García de Saavedra,
fiscal de la Real Chancilleria de Valladolid, escribió un libro en
1591 titulado De hispanorum nobilitate exemptione sive ad
pragmaticam Cordubensem..." donde
realizaba unas consideraciones que entraban en conflicto con la idea
de hidalguía universal. Ante su publicación, la Junta de Vizcaya va
a presentar alegaciones al rey Felipe II, que va a acabar por
censurar la obra. La Junta además va a contraatacar encargando a un
canónigo, Juan Gutierrez, la elaboración de una obra defendiendo la
hidalguía de los vizcaínos (Practicarum quaestionum supra
prima parte legum novae collectiones Regiae Hispaniae15)
Esto nos muestra que la
hidalguía universal era algo reconocido por la ley y un privilegio
que fue defendido fuertemente por los vizcaínos. 16
Un aspecto fundamental a tener en
cuenta es el hecho de que al ser la hidalguía universal un
privilegio que se extendía a todos los vizcaínos de manera obligada
se debía hacer compatible esta nobleza con la dedicación al
comercio y al trabajo manual. Por tanto, se extendió la idea de que
la dedicación a esas actividades lo que provocaría sería la
pérdida de la nobleza adquirida, mas no la obtenida a través de la
sangre. 17
El papel del vizcaíno en la literatura:
La figura del vizcaíno se convirtió en uno de los personajes-tipo
más manidos del teatro español del siglo XVI. Hay que tener en
cuenta que el término vizcaíno no solo haría referencia a los
habitantes del Señorío de Vizcaya, sino que se empleaba para
designar a todos los vascos en general. Su rasgo principal sería, lo
que le conferiría su carácter cómico, la falta de dominio de la
lengua castellana, hablando con múltiples incorrecciones; hay que
tener en cuenta que en ese momento en el País Vasco la población
sería en gran medida monolingüe en euskera, a pesar de que el
castellano también tendría presencia sobre todo entre las clases
altas de la población, además de emplearse en los documentos. Sin
duda, en la imagen que tendrían los castellanos del vizcaíno
también influiría, de forma determinante, la condición de la
hidalgos de estos, lo que provocaría un choque importante, además
de una crítica a sus privilegios, como ya hemos visto anteriormente.
Sin embargo hay que señalar que el proceso de formación de estos
tipos recurrentes en la literatura se caracteriza por la creación de
una imagen determinada basada en una realidad pero que se aleja
también de ella. Por lo tanto no se debe pensar que el habla
reflejada en los textos literarios y atribuída al vizcaíno tenga
que ser necesariamente real, sino que hay que tener en cuenta que en
el proceso de creación literaria influyen diversos factores, como la
tradición anterior o los propios prejuicios del autor. 18
En este sentido podríamos decir que la forma de hablar de los
vizcaínos tal y como lo vemos en la literatura correspondería a un
estereotipo, definido ya en el siglo XVI y en el que no se refleja
ningún cambio ni ninguna diferenciación en su uso en autores del
siglo siguiente, y que basa sobre todo en la mera deformación
morfosintáctica de la lengua. 19
La
primera aparición del vizcaíno
en
la literatura castellana, que casi siempre recibirá el nombre de
Perucho, es
en la comedia Tinelaria
escrita por Bartolomé Torres Naharro en 1517. También aparece en la
Tercera
parte de la tragicomedia Celestina
de Gaspar Gómez, escrita en 1536, así como en la Comedia
Rosabella
de Martín de Santander, escrita en 1550.
El mismo Cervantes empleó esa figura en uno de sus entremeses, el
vizcaíno fingido y
también en El
Quijote.20
En su obra los personajes-tipo del entremés aparecen bien definidos,
y entre ellos, al vizcaíno. 21
Veamos
algunos ejemplos del papel del vizcaíno en la literatura. A
continuación se reproduce un fragmento de el
vizcaíno fingido.22
-
Quiñones: Vizcaíno, manos bésame vuesa merced, que mándeme.
-Solórzano:
Dice el señor vizcaíno que besa las manos de vuesa merced y que le
mande.
-
Brígida: ¡Ay, qué linda lengua! Yo no la entiendo a lo menos, pero
paréceme muy linda.
-
Cristina: Yo beso las del mi señor vizcaíno, y más adelante.
-
Vizcaíno: Pareces buena, hermosa; también noche esta cenamos;
cadena que das, duermas nunca, basta que doyla.
-Solórzano:
Dice mi compañero que vuesa merced le parece buena y hermosa; que se
apareje la cena; que él da la cadena, aunque no duerma acá, que
basta que una vez la haya dado.
Queda en evidencia, por tanto, los
rasgos propios del vizcaíno que hemos mencionado antes. El vizcaíno
no sabe hablar correctamente el castellano; tiene que ser Solórzano
el encargado de traducir
lo que dice.
Otro ejemplo es en Tinelaria,
que como ya hemos dicho
es la primera obra donde aparece la figura del vizcaíno plenamente
conformada. A continuación reproducimos algunos de los versos
atribuídos a este personaje:23
Digo hao,
yo criado estás en nao,
vizcaíno eres por cierto;
mas juro a Dios que Bilbao
la tiene mucho buen puerto
o bien:
Pues, callar
yo no quieres porfiar
mas si alguno guerra viene,
vizcaínos por la mar
juro a Dios, diablo tiene
Por lo tanto aquí tenemos un buen
ejemplo de las características que se le atribuían al habla del
vizcaíno, en la que el elemento discordante más destacado es la
confusión entre la primera y segunda persona del plural (ej: yo
no quieres porfiar en
vez de tú no quieres
porfiar). Esto es uno de
los elementos más característicos del habla del vizcaíno. 24
También hay que tener en cuenta el contexto de la obra, en el que un
montón de personajes de diversa procedencia (portugueses,
italianos...).
El habla del vizcaíno incluirá
características añadidas en otras obras. Por ejemplo, en la obra de
Gaspar Gómez, donde vemos a un vizcaíno que en su habla intercalará
palabras y frases en euskera, e incluso recita un pequeño poema en
dicha lengua. 25
Bibliografía:
- ÁLVAREZ LLANO, Roberto. Historia Económica Del País Vasco-navarro. Biblioteca Arellano Isisquiza. Bilbao, 2008
- ARCE DE VÁZQUEZ, Margot. Literatura española y literatura hispanoamericana. Universidad de Puerto Rico.
- CASTILLO MARTINEZ, Cristina; RAMIREZ LUENGO, José L. La caracterización lingüística de los vascos en la literatura: habla vizcaína frente a habla aldeana. Extraído de http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/literatura/23/23035044.pdf (consultado el 3/1/2012)
- DOMINGUEZ ORTÍZ, Antonio. Las clases privilegiadas en el Antiguo Régimen. Madrid, 1977.
- ECHAGÜE BURGOS, Jorge. De los vizcaínos a los arlotes. Extraído de http://www.cuadernoscervantes.com/art_43_vizcainos.html (consultado el 1/12/2012).
- MENÉNDEZ PIDAL, Faustino. La nobleza en España:ideas, estructuras,historia. Madrid, 2008.
- RIVERA BLANCO, Antonio. Historia de Álava. Nerea. San Sebastián, 2003.
- STALLAERT Christiane. Etnogénesis y Etnicidad en España: Una Aproximación Histórico-Antropológica Al Casticismo Proyecto A ediciones. Lovaina, 1996.
Notas
1En
Álava, por el contrario, no existió la hidalguía universal ,
excepto en algunos valles del norte. Aunque sí asistimos a un
proceso de reivindicación de la idea de hidalguía con similitudes
con lo que ocurre en Gupúzcoa y Vizcaya. Ver RIVERA BLANCO,
Antonio. Historia de Álava.
Nerea. San Sebastián, 2003. Pág 253.
2MENÉNDEZ
PIDAL, Faustino. La nobleza en España:ideas,
estructuras,historia. Madrid,
2008.Pág 304 – 307.
3ÁLVAREZ
LLANO, Roberto. Historia
Económica Del País Vasco-navarro. Biblioteca
Arellano Isisquiza. Bilbao, 2008. Pág 121.
4MENÉNDEZ
PIDAL, Faustino. La nobleza...Op.
Cit. Pág 307.
5Ibid.
Pág 310.
6Ibid.
Pág 309.
8STALLAERT
Christiane. Etnogénesis
y Etnicidad en España: Una
Aproximación Histórico-Antropológica Al Casticismo
Proyecto
A ediciones. Lovaina, 1996.
Pág
72.
9MENÉNDEZ
PIDAL, Faustino. La nobleza...Op.Cit.
Pág 308.
10 Se
denominaban agotes a grupos humanos contra los que se ejercía una
marginación socioeconómica en las regiones del oeste del Pirineo.
No presentaban ningún rasgo específico en relación con el resto
de las poblaciones que habitaban esa zona; hay diversas teorías
sobre su origen. Extraído de
http://www.euskomedia.org/aunamendi/10045
(consultado el 31/12/2012)
12Ibid.
Pág 112.
13Ibid.
Pág 114.
14MENÉNDEZ
PIDAL, Faustino. La nobleza...Op.Cit.
Pág 310.
15Ibid.
Pág 311.
16Ibid.
Pág 311.
17DOMINGUEZ
ORTÍZ, Antonio. Las clases privilegiadas en el Antiguo Régimen.
Madrid, 1977. Pág 171.
18CASTILLO
MARTINEZ, Cristina; RAMIREZ LUENGO, José L. La caracterización
lingüística de
los vascos en la literatura: habla vizcaína
frente a habla aldeana. Pág
36. Extraído de
http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/literatura/23/23035044.pdf
(consultado el 3/1/2012)
19Ibid.
Pág 41.
20
ECHAGÜE
BURGOS,
Jorge.
De
los vizcaínos a los arlotes. Extraído
de http://www.cuadernoscervantes.com/art_43_vizcainos.html
(consultado el 1/12/2012).
21ARCE
DE VÁZQUEZ, Margot. Literatura
española y literatura hispanoamericana. Universidad
de Puerto Rico. 2001.
Pág
463.
23Extraído
de
http://www.biblioteca-antologica.org/wp-content/uploads/2009/09/TORRES-NAHARRO-Tinelaria.pdf
(consultado el 5/1/2013)
25Ibid.