El
imperio Mogol fue el principal estado en la India durante la Edad Moderna.
Pervivió durante cuatro siglos, entre el XVI y el XIX. Para comprender su historia es fundamental
tener en cuenta su carácter de imperio musulmán en una sociedad cuyos miembros
practicaban mayoritariamente la religión hinduista. Fue fundado por Babur (1483
– 1530), descendiente de Gengis Khan y Tamerlán. Babur estableció un reino en
lo que hoy es Afganistán, y entonces se fijó en la India, que por aquel
entonces estaba dividida en numerosos reinos. En el norte destacaba el antiguo
sultanato de Delhi, dominado por la dinastía afgana de los lodis y muy
debilitado. Babur derrotó a los lodis en la batalla de Panipat en 1526 y a los
príncipes rajputas del Rajastán fundando así su imperio, pero murió poco
después en 1530. Le sucedió su hijo, Hamayún, pero este acabó siendo derrocado
por un vasallo suyo, Sher Khan Sur, y tuvo que refugiarse en Persia. En 1555,
sin embargo, Hamayún recuperó su poder.
Al año
siguiente le sucedió Akbar, considerado el mejor emperador mogol. Expandió su
imperio anexionando los pequeños estados que componían la India, llegando hasta
el Deccán, el Beluchistán, Bengala y Cachemira. Pero también consolidó el
imperio, creando una maquinaria gubernativa muy efectiva y poniendo en marcha
un sistema de recaudación de impuestos que buscaba ser equitativo y justo (por
ejemplo, eliminó la jizya, impuesto que tenían que pagar los no musulmanes, y
reformó el impuesto sobre la tierra). Con esos impuestos se financiaba a toda
la maquinaría imperial, muy costosa (pues
había que mantener a los numerosos funcionarios, así como al ejército,
que llegó a alcanzar una gran dimensión, y a los grandes proyectos de
construcción). En el plano religioso, el reinado de Akbar se caracteriza por la
tolerancia, tomando diversas medidas
para evitar la discriminación de cualquier religión. Esto es muy importante
pues, como se ha dicho, los gobernantes mogoles eran musulmanes, pero en su
territorio la religión mayoritaria era la hinduista. Su carácter tolerante queda
bien reflejado en las discusiones religiosas que presidía y en las que
participaban musulmanes, hinduistas, judíos, zoroastrianos, jaimistas e incluso
cristianos, representados por misioneros jesuitas. Akbar llegó a fundar un
nuevo culto caracterizado por su eclecticismo, pero que no tuvo éxito. En
definitiva, en 1605, cuando muere Akbar, el Imperio Mogol pasaba por una edad
de oro.
Bibliografía:
- BENNASSAR M.B. et alli. Historia Moderna. Madrid, 2005.
- ROBINSON, Francis. El islam. Revelación e historia. Barcelona, 2002.
(Fotografía extraída de http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Akbar_-_Project_Gutenberg_eText_14134.jpg)
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